¡elige bien!
Privilegiada ubicación con logradas carnes a las brasas
El restaurante de Hacienda Miraflores está emplazado en la casona y parcela de una antigua pisquera, donde ofrece una vista inigualable a los cerros y el Valle de Elqui.
Su agradable y amplia terraza dominan el valle y los cielos con una impronta que invita a maridar su buena gastronomía con la energía del valle. No menos es su salón comedor interior de cuidada arquitectura campestre con acentos de montaña.
Su propuesta está dominada por el talento en la parrilla y su horno de barro de donde salen cortes de carnes a las brasas y sabrosas preparaciones al horno como costillar de cerdo y plateada al jugo.
Hacienda Miraflores tiene una carta bien pensada, capaz de satisfacer a toda la familia, donde también encontramos empanadas fritas y de pino, variedad de ensaladas, pescados y una buena selección de acompañamientos.
La carta de vinos rescata algunos vinos de la zona que acompañan a varias etiquetas clásicas. Tarea pendiente en incorporar más etiquetas del Valle.
Sin duda Hacienda Miraflores es una de las recomendaciones del valle, un lugar para disfrutar con amigos, en pareja o en familia su honesta carta de precios razonables. Recomiendo ir por las carnes.
TXT: Alejandro Mery L. / enero 2022
Pisco sour con copao, el fruto de los cactus de la zona, un super alimento que le da una entretenida textura y rica acidez a este clásico aperitivo chileno.
Un buena empanada de pino al horno de barro, de rica masa y con generoso pino.
TXT y FOTO: Alejandro Mery L. / enero 2022.
Tradicional empanada frita de queso, es lo que es.
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Generosa, de buena fritura y golosa resulta esta empanada frita de camarón queso. Aprobada.
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Una reineta como de caleta, con esas salsas abundantes y densas que engrosan el plato, pero que camuflan la verdad del pescado, en este caso un a buena reineta que merecía mas protagonismo.
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Interesante crema bechamel con espárragos para cubrir la reineta, un generoso plato de mar que brillaría más con una salsa mas delicada.
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Una buena carne, seleccionada, junto al talento del parrillero entrega en mesa un correcto y generoso trozo de lomo vetado en su punto pedido.
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Bien trabajado en la parrilla y a punto, este lomo vetado se deja saborear.
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Alucinante este costillar de cerdo que devela en su suave carne que se despega sola del hueso y esos sabores concentrados y algo ahumados, una cocción lenta y cuidadosa en un verdadero horno de barro. Más puntos por ese caldo generoso y concentrado. Imperdible.
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Tradicional ensalada de lechuga, tomate, palta, pepino, zanahoria y aceitunas.
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Un buen mix de espinacas cortadas, trozos de tocino, nueces picadas, jamón y queso parmesano rallado. Bien.
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