¡elige bien!
Refrescante, especiado y con el amargor preciso es este cocktail que está hecho con el tradicional digestivo chileno, Araucano, que le regala ciertas capas de sabor, además de cerveza negra.
TXT: Loreto Oda Marín / FOTO: Alejandro Mery ©2022-02
Notable es este suave y sabroso crudo de vacuno que trae mayonesa, cebolla morada, cilantro, pepinillos, jugo de limón y ají verde para mezclar en la medida que uno quiera.
TXT: Loreto Oda Marín / FOTO: Alejandro Mery ©2022-02
Suaves, blanditos y sabrosos estaban estos locos que se complementan muy bien con la salsa verde – a base de cebolla, limón y cilantro-, papas mayo y mix de lechugas.
TXT: Loreto Oda Marín / FOTO: Alejandro Mery ©2022-02
Atómico este goloso risotto de mariscos hecho con un toque de piure, detalle que le da la profundidad necesaria para ser completamente adictivo. Va con choritos, camarones, calamares, aros de cebolla, albahaca y tomates cherry para refrescar.
TXT: Loreto Oda Marín / FOTO: Alejandro Mery ©2022-02
Buenos fritos de coliflor, de sabroso batido y justo crunch, acompañado de un puré de albahaca fresco que se potencia con una ensalada a la chilena.
TXT: Loreto Oda Marín / FOTO: Alejandro Mery ©2022-02
Nada tímidos aparecen estos especiados porotos granados con mazamorra, zapallo y albahaca, que aporta ese toque infaltable a verano.
TXT: Loreto Oda Marín / FOTO: Alejandro Mery ©2022-02
Con cuchara se podría cortar este costillar y cuando se aplica este dicho es porque la carne está como debería ser: blanda, con una grasa que parece manjar y una costra sutil. Lo acompaña un clásico puré picante, apto para paladares avanzados en picor.
TXT: Loreto Oda Marín / FOTO: Alejandro Mery ©2022-02
Buenaza esta pastelera por su ajustado dulzor y tratamiento del hollejo. Va con una carne suave y discreta en sabor, que no le quita protagonismo, pero que hace extrañar un poco más de enjundia.
TXT: Loreto Oda Marín / FOTO: Alejandro Mery ©2022-02
La siempre bien ponderada pichanga acá luce en su esplendor gracias a una tersa terrina de pernil hecha en el lugar, que además va con quesos y vegetales encurtidos por ellos. Un gran comienzo...
TXT y FOTO: Loreto Oda Marín
Un snack extraordinario son sus frituras de pescado en batido de cerveza con unas geniales papas fritas con salsa tártara. De seguro no te darás ni cuenta cuando no quede nada más en el plato.
TXT y FOTO: Loreto Oda Marín
¡Uf! Las machas a la parmesanas servidas en su concha siempre derrochan sensualidad y esta no es la excepción, ya que van con salsa bechamel, mantequilla, vino, abundante queso y un puré de salsa verde para agregar según uno quiera. Un buen plus.
TXT y FOTO: Loreto Oda Marín
Un clásico que no podía faltar. Este sanguche te cautivará desde el comienzo porque se trata de un pescado frito con su cola que va con salsa tártara y chilena, que humecta, da frescura y algo crunch. Un buen pretexto para volver...
TXT: Loreto Oda Marín.
TXT y FOTO: Loreto Oda Marín
Esta es su versión del clásico negroni, el que en este caso va con un pisco macerado en huesillo, por lo que esta nota se presenta suave, sin quitarle amargor al cocktail.
TXT y FOTO: Loreto Oda Marín
Es un cocktail fresco elaborado con cerveza, limón y el clásico digestivo chileno, Araucano, mezcla que lo convierte en un brebaje algo cítrico, con personalidad y fácil de beber.
TXT y FOTO: Loreto Oda Marín
Gran parte del talento del chef Cristián Correa va en la calidad de los ingredientes que usa, y esto se muestra en todo su esplendor en este plato, donde los trozos de pescado crudo vienen acompañados de chorlitos, ostiones, camarones y almejas. Un clásico de caleta muy bien ejecutado.
Otra muestra del buen trabajo de los productos del mar, el tradicional mariscal levanta sus sabores gracias a la incorporación leve pero efectiva del pire en su salsa. La ensalada de ulte que lo corona ayuda a profundizar aún más sus sabores.
Un plato para volver a la infancia, tres pejerreyes fritos con cabeza y cola, con un. crocante arrebozado que actúa como guardián de una carne tierna, sutil y fresca.
una receta que de apoco se ve en los restaurantes capitalinos. EN Comedro Central este tradicional embutido d potente sabor viene con una nota nogada y además con manzanas confitadas pastas por vinagre.
Acá encontramos un pescado en su punto, que se desgaja al tocarlo con el tenedor, con una salsa de naranja más dulce que cítrica y con un acompañamiento de Sorrentinos de Zapallo Camote que perfectamente podrían ser un plato en solitario.
Si quiere sabor y enjundia marina, este es su plato. Este sabroso pescado de roca chileno aporta un macizo sabor a este caldo que además viene con verduras de temporada, un abundante sofrito de cebolla, papas nativas y un toque de leche de coco que le da una nota exótica.
El campo chileno en un plato, porotos cocinados junto con el generoso trozo de plateada que lo corona, con una carne que le tiene miedo al cuchillo.
ino de los platos más potentes y pesados de esta prmiera carta, con un trozo de cordero bien hecho, de piel crocante, y un tacu tacu compacto que no termina de cuadrar dentro del plato.
Con este plato nos alejamos completamente de a raíz chilena para caer en una sabrosa reinterpretación de un clásico. Acá el arroz arborio se cocina junto a las betarragas y se termina con queso azul y pera caramelizada. Una receta que no tiene nada de sutil pero que conquistará a los amantes del agridulce.
Un postre evocador, donde el helado hace recordar tardes de verano de infancia.
Una interesante reventón de uno d los postres más maltratados de la cocina nacional.