¡elige bien!
Cortes de lomo de cerdo, de los mismos usados en los ramen, que resultan algo secos y poco atractivos.
Muy sabrosas, de buen tamaño y de notable masa delgada casi transparente, al vapor y luego frita. Acompañadas de una salsa de rica acidez. Bastante bien.
Hermosas verduras de lograda cocciones como algas de árbol, champiñones shiitake, bambú, algas marinas sobre un fideo de ramen correcto en una buen caldo miso vegano. Sorprende, muy vegetal.
Más que generosa porción de delgados y tiernos fideos chinos salteados en la salsa yakisoba de sabores tentadores, acompañado de un picadillo salteado de camarones, salmón, calamares y verduras, de sabrosa enjundia oriental. Lo de los berros, no se entiende. Un buen plato marino oriental.
Una ramen reconfortante pero que se siente industrializado, su caldo cumple, pero es simple, sin personalidad ni profundidad, la pasta está en su punto, con generosidad y sin sorpresa. Con el cerdo encontramos el mismo camino, promete más en carta, pero resulta en un laminado de lomo vetado de cerdo cocinado con suave sazón standard. En los topping, el huevo es solo un huevo duro con un macerado imperceptible, verduras cortadas y un simple trozo de nori para acompañar. Un ramen de adecuada porción, pero simple, alejado de lo que tiene que entregar un verdadero ramen donde el garzón dice que hacen ellos la pasta y el que el caldo no es comprado, lo que no es verdad.
Cóctel a base de vodka y licor de saúco con mucho jugo de limón y lemon grass, en un formato que parece limonada donde el protagonista es el dulzor que opaco licor de saúco y su perfil alcohólico.