En plato de fierro fundido encontramos un dúo de chupes. Por un lado un chupe de locos más tradicional con mucho queso del bueno, harto loco picado en cubitos y salsa cremosa. Y la otra mitad, un evolucionado chupe de locos con crocantes de queso, tierras negras, crocantes hechos de piel de pescado y hojitas verdes. Novedoso, logrado y con el sabor del loco como protagonista.
TXT: Alejandro Mery L. / FOTO: Coni Larrondo ©2024-06