¡elige bien!
Acertada y ondera comida peruana
Calle Callao no está en el circuito tradicional, lo encontramos el la comuna de la Reina atrás del Mall Plaza Egaña en calle Paula Jaraquemada casi esquina Av. Larraín.
Habita una propiedad en fachada continua con algunas mesas en el primer piso y con un agradable segundo piso compartido con el Bar Enigma quien se lo apodera y lo transforma en las noches.
Uno de los méritos del restaurante Calle Callao es que con su diseño interior más ondero, moderno y algo selvático, y con su propuesta gastronómica honesta y entretenida que es acompañada de coctelería, logra acercar la comida peruana a un público joven y más relajado.
Encontramos una cocina peruana con talento, amor por los productos y pasión por los sabores de su tierra. Los que seducen en montajes cuidados y esmerados sin perder algo de la generosidad de su gastronomía.
Calle Callao es un recomendable restaurante peruano, en especial si lo que se busca en pasarlo bien comiendo rico sin esas formalidades de los manteles largos.
Nota: Según nos contaron, se viene una terraza tipo roof bien interesante.
TXT: Alejandro Mery L. / agosto 2023
FOTOS: Alejandro Mery Leinenweber ©2023-08
Es casi imposible, en un restaurante peruano, no partir con un tradicional sour hecho con pisco peruano.
TXT: Alejandro Mery L. / FOTO: Coni Larrondo ©2023-08
Tequeños de ají de gallina honesto, con sabor que se siente de verdad, como un ají de gallina en formato para cóctel y los tequeños de lomo saltado muy sabrosos y generosos en carne con una masa crocante y delgada. Impecables tequeños peruanos.
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Encontramos sabores más profundos en este mix de pescados y mariscos que conforman este goloso ceviche que muestra calidad y preocupación por los productos, sin salsas, aliños, ni aditivos que tapen los sabores originales. Reineta, pulpo, pinzas de jaiba, camarones y ostiones se lucen con frescor y honestidad.
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Un clásico peruano de chicharrón de cerdo con salsa criolla y camote frito. Gran presentación para sabores peruanos de verdad, en un emparedado que luce bien la carne de cerdo, pero que peca de poca humectación.
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Pollo a la plancha en trozos adobados con salsa anticuchera peruana (ají panca, cerveza, ajo y otros toques). Mucha sazón peruana en este sanguche de pollo carnoso y ese maravilloso adobo anticuchero que se arma bien con las papitas hilo, el tomate y su salsa huancaina, pero que también echó de menos algo de jugosidad y temperatura.
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No es risotto, pero es un súper arroz cremoso de ají amarillo con salsa de los mariscos y con camarones, calamar y tentáculo pulpo al grill con sazón anticuchera. Un plato contundente y con profundidad que muestra equilibrio, buena cocina y personalidad.
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Uno de los buenos lomos saltados que se pueden probar en Santiago, de esos que están alineados con la receta original donde el arroz blanco es de verdad a la peruana, logradas papas fritas caseras, tomate, cebolla y lomo liso salteados con su caldo madre con salsa de ostras, soya y vinagre de tinto flambeado en wok cómo debe ser. Recomendado.
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Seductor desde su llegada, es un bizcocho de tres leches a la canela, de sabores más peruanos y toques especiados. Tiene algunas bondades del arroz con leche y de la crema volteada.
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Casero y de tamaño regalón, es un volcán de buen chocolate montado con cariño al que sólo le falto un punto más líquido. Muy bueno y acompañado de su buen helado de suspiro limeño.
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Una bebida que disfrutamos ya que no estaba dulce y tenía un frescor necesario por el limón.
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Nos recordó una rica borgoña, aunque el ron nos cambió un poco la intención del cóctel. Bien frutoso pero que le sobró dulzor, o le faltó más soda o tónica para equilibrarlo.
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Su textura es bien parecida a una compota, ya que tiene maracuyá y mango, y tiene también ron de coco que hace que el cóctel tenga ese nivel de alcohol necesario para que no caiga en un jugo de frutas.
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