¡elige bien!
En este caso una albacora que se ve como un grueso trozo de carne, se corta como tal y al cortarla expone sus jugos como si fuera un lomo liso a punto. Con una semana de maduración este pescado es sublime al mascar, impecable en todo sentido y de sabor soberbio. Un lujo del mar para gozar así, sin acompañamientos ni salsas.
TXT: Alejandro Mery L. FOTO: Coni Larrondo ©2023-06