¡elige bien!
Cocina sencilla y sabrosa en un escondido lugar
Comedro Común es la nueva aventura culinaria del cocinero y emprendedor Andrés Vallarino, quien antes estuvo detrás de los completos premium Hogs, de la sandwichería La Superior y la hamburguesería Burgs.
En este nuevo proyecto ha montado un espacio múltiple, donde se mezcla un restaurante con una carta que cambia constantemente y otro lugar pensado para ser un centro de eventos ideal para clases de cocina, lanzamientos y presentaciones de vinos o licores.
En su carta encontramos una cocina simple, pero nada de sencilla, con sabores que apelan a la cocina de casa que ya no se prepara, donde los guisos y los sofritos abundan.
Como buena carta de autor, acá encontramos platos que entran y salen de ella, dependiendo de la temporada y la disponibiidad de algunos ingredientes.
Si lo encuentra en cart, no se pierda los Huevos Diablos, delicios revival de los 80, o algunos de sus platos de cuchara, como el Arroz Frito con Huevo o la Polenta con Ragú de Cordero, recetas que no sólo reconfortan, si no que hacen viajara a un tiempo donde la cocina se hacía con calma.
TXT: Darío Córdova / Diciembre 2019
La simpleza es una de las prioridades de la cocina de Comedor Común, y acá se siente así, con un plato de espárragos servidos con jugo de carne, abundante queso rallado y una yema pochada. Sabores sencillos y reconfortantes.
TXT: Darío Córdova.
IMG: Alejandro Mery.
Carne de libre pastoreo cortada a cuchillo, mostaza verde, chips de papa topinambur y yema de huevo hacen de este uno de los mejores y más interesantes crudos de la capital.
TXT: Darío Córdova.
IMG: Alejandro Mery.
Una receta que llega directo de los 80, un clásico que revive en Comedor Común. Acá tenemos huevos de gallina mapuche servida con una pasta de yema preparada con una nota de merkén. Sabor y recuerdo en un solo plato.
TXT: Darío Córdova.
IMG: Alejandro Mery.
Otra versión de un plato tradicional de casa En esta ocasión es un palto que se ha vestido de aire oriental, con arroz salteado con verduras y pulpo, terminado con un huevo pochado de yema cremosa. La suma da un plato lleno de Maties, donde las texturas cambian y juegan en el paladar.
TXT: Darío Córdova.
IMG: Alejandro Mery.