Una sabrosa y elegante presentación de estos menospreciados mariscos, cocinados al vapor y servidos con una suave salsa en base a vermut blanco y una nota de aceite de chorizo. El resultado es un plato donde primero se siente el chorito, luego el aceite y finalmente una punzada de ajo.
TXT: Darío Córdova.
IMG: Alejandro Mery.